sábado, 30 de marzo de 2013

Burbujeando un adiós

«Pasión, color de mar», óleo de Roberto Mognier

Hoy la playa se desnuda y me hablan las olas,
levantan el vuelo las gaviotas atrayéndome sus gritos
aquellos que cruzan el aire hasta mis oídos.

Me atrapan los sonidos de ese mar que tanto quiero
mientras siento que mi cuerpo queda enredado en ellos.

La piel es mudo testigo y silencioso es el beso,
aquel que se dibuja desde mis labios a los tuyos,
el mismo que recorre el perfil de nuestros cuerpos,
embriagados ambos por el placer exquisito,
del sentir único e inexplicable de un amor eterno.

Compartiendo esa luz que de ti emana,
que me llena, estremece e invade mi cuerpo por completo.

Y en esos espacios tan profundos de nuestro ser,
sentiremos la furia de las olas, su embate
que bravío y salvaje será el más sublime acto de amor,
en medio de una tormenta que se enfurece por momentos,
elevando la pasión hasta iluminar de luz la oscura noche.

Mientras tanto, la luna observará curiosa
ese amor que se desborda bajo el manto de nubes
que protegen nuestro país de los deseos escondidos.
Ambos, formaremos burbujas invisibles e indivisibles,
dejándonos vivir en un tácito acuerdo.

Por ahora, el reloj del tiempo continuará su camino,
y, en medio de esta realidad,
Viviremos con nuestras propias ausencias.


"Las burbujas de un adiós se elevan al infinito, e intentaremos evitar que mueran en su vacío"

FG© 

Sentidos

«Pareja», óleo de Juan Barco

Quiero con mis sentidos descubrirte.
Mirarte, para aprender las múltiples formas que componen tu cuerpo.
Besar tu boca para saborearte.
Quedarme en silencio, apoyada en tu pecho,  para sentir la música de tu corazón.
Acariciarte, para que mis dedos descubran la textura de tu piel.
Aspirar lento, para llenar mis pulmones de ese perfume tan tuyo.
Quiero sentirte, quiero descubrirte, quiero grabarte en mi mente,

 para así tenerte siempre conmigo, estés donde estés y aún cuando ya no estés.

Buena fibra©

martes, 26 de marzo de 2013

Durazno sangrando



 «Durazno sangrando», de Gustavo Scheverin

Temprano el durazno del árbol cayó
Su piel era rosa dorada del sol
Y al verse en la suerte de todo frutal
A la orilla de un río su fe lo hizo llegar
Dicen que en este valle
Los duraznos son de los duendes

Pasó cierto tiempo en el mismo lugar
Hasta que un buen día se puso a escuchar
Una melodía muy triste del sur
Que así le lloraba desde su interior:

"Quién canta es tu carozo
Pues tu cuerpo al fin tiene un alma

Y si tu ser estalla
Será tu corazón el que sangre

Y la canción que escuchas
Tu cuerpo abrirá con el alba"

La brisa de enero a la orilla llegó
La noche del tiempo sus horas cumplió
Y al llegar el alba el carozo cantó
Partiendo al durazno que al río cayó
Y el durazno partido
Ya sangrando está bajo el agua.

Autor: Luis Alberto Spinetta 

Voz, guitarra  y efectos: Huella

jueves, 14 de marzo de 2013

Estamos intoxicados el uno del otro

 «De la fuerza del amor», óleo de Javier Azurdia

Estamos tan intoxicados uno del otro
Que de improviso podríamos naufragar,
Este paraíso incomparable
Podría convertirse en terrible afección.
Todo se ha aproximado al crimen
Dios nos ha de perdonar
A pesar de la paciencia infinita
Los caminos prohibidos se han cruzado.
Llevamos el paraíso como una cadena bendita
Miramos en él, como en un aljibe insondable,
Más profundo que los libros admirables
Que surgen de pronto y lo contienen todo.


Ana Ajmátova