lunes, 18 de febrero de 2013

Se suponía ellos eran mis padres


                                                      «Mi vida: Revelación», óleo de Ana Pardo

Se suponía que serían mi apoyo,  mi compañía, que compartirían mis tristezas y alegrías, que cuando los necesitara allí estarían, se suponía, se suponía, se suponía.
Pero no, todo quedó en suposición. Un día, en medio de la tormenta se alejaron, me dejaron sostenida en una endeble tabla y partieron para no volver.
Yo pensé que volverían, que algo les había pasado y que luego de pensarlo regresarían y estarían aquí y todos los días yo suponía, pero no, la suposición no se asemeja a la realidad.
Y aquí estoy, sigo de pie, con mi vida y ya no presumo nada, ahora camino mirando hacia adelante.
Ya está, ya fue, todo lo que debían hacer no lo hicieron.  Pero  hay alguien superior que en el medio de la tormenta y la inundación coloca más tablas y troncos, algunos conocidos, otros nuevos, algunos más lejanos y otros más cercanos y yo me aferré a cada una de ellos y ahora floto tranquila.
Descubrí que lo que simplemente hay que hacer es vivir, solamente vivir minuto a minuto sin suponer que alguien hará algo que debería hacer, porque como dice la canción "la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida" y yo de ahora en más, para bien o para mal me dejo sorprender cada día.

Buena fibra©

1 comentario:

Anónimo dijo...

En la vida hay que hacer precisamente eso, vivir, pero es duro encontrar en el camino quienes tenían nuestra confianza, los que más la tienen y resulta ser que son los primeros que nos fallan. Duro texto amiga, pero más duro en la realidad. Tal vez plasmarlo en palabras es dar un paso más adelante para ir caminando sabiendo que aquello que logremos lo habremos hecho nosotros mismos... SIEMPRE ADELANTE!!!!!

Besitos!