viernes, 29 de junio de 2012

El constante amor del Señor



 Den gracias al Señor, porque él es bueno,
porque su amor es eterno.
Díganlo los que el Señor ha salvado,
 los que salvó del poder del enemigo,
 los que reunió de entre los países del norte y del sur,
del este y del oeste.
Andaban perdidos por el desierto arenoso,
sin hallar el camino a una ciudad donde vivir;
 tenían hambre y sed, ¡estaban a punto de morir!
Pero en su angustia clamaron al Señor,
y él los libró de la aflicción.
Después los puso en el buen camino
 hacia una ciudad donde vivir.
 Den gracias al Señor por su amor,
¡por lo que hace en favor de los hombres! 
 Pues él apaga la sed del sediento 
y da abundante comida al hambriento.
 Vivían en profunda oscuridad,
presos de la tristeza y las cadenas,
 por rebelarse contra las órdenes del Señor,
por despreciar los planes del Altísimo.
Dios los sometió a duros trabajos;
tropezaban, y nadie los ayudaba. 
Pero en su angustia clamaron al Señor,
y él los salvó de la aflicción; 
los sacó de la profunda oscuridad
y los libró de las cadenas.

Capítulo 107 del Libro de Salmos

martes, 19 de junio de 2012

La lluvia y los caballos


           «Caballos en la chacra»,Óleo de  Jackie Molina
I
La lluvia
sigue en tu telar de otoño.
Un paisaje que casi es gris
en el barbecho de la lomada.
Y un gorrión fósil de agua
contra una hoja que quiere volar.

¡Los caballos relinchan!
Los ranchos siguen acurrucados
en su pesada arquitectura.
El viento quiere desprenderse
de las tensas cuerdas del pinar.

Y mis ojos, sin razón,
dejan resbalar por un costado
dos esferas de sueños,
también húmedos como el paisaje.
¡Los caballos relinchan!

II
Va amaneciendo
y el agua sigue sobre el tejado.
A lo lejos,
los caballos van bajando, a gachas,
hacia la pedregosa llanura.

-¿Estarán tristes?
Los caballos van bajando, a gachas,
ahora por el prado.
-¡Parecieran estar de luto!
Los caballos van marcando con puntos negros
el horizonte húmedo.

En el paisaje sigue la lluvia.
¡Los caballos, ahora, van estornudando por turno
hasta el mismo límite del pastizal y la lluvia!
A lo lejos
los caballos van bajando.

III
La lluvia se adentró ahora
hacia el bosque de lapachos y eucaliptos.
El viento Sur
va despejando el cielo de sus nubarrones.

Cesó la lluvia
y queda en el horizonte una brizna de frío.
Por los caminos de los pájaros
uno que otro caballo relincha.

Muy próximo al tacuaral
los potrillos como ventina del Este
danzan con un ritmo loco y alegre a la vez.
Hacia el poniente
un arco iris rompe
un cántaro de tesoros ocultos.

Los caballos trotan, corren, pastan
pastan, corren, trotan los caballos
con el viento del Sur.
Por los caminos de los pájaros
corren los caballos.

Aurelio González Canale