lunes, 19 de marzo de 2012

Óyeme

Mi voz va en busca ya de tus oídos.
Yo sé que te castiga ese silencio
de Dios. No hay rama seca que se rompa
haciendo suponer que Dios camina
detrás de ti, por tan oscuro bosque,
y encienda en tu mirada una esperanza.
Pero no importa, súbete a mi canto.
Y cree. Sólo cree y se abrirán
las olas a tu paso y se pondrán
los cielos a tu diestra. La tristeza
se irá por donde entró y algún jazmín
ocupará su sitio y nuevamente
las flores imposibles de tu vida
darán su aroma en tu pequeño huerto.
Estoy aquí llamándote mi hermano.
Tan sólo calla al viento y óyeme.

Delfina Acosta 
             Óleo «Jazmines», García de Meneses

No hay comentarios: